Los estilos de liderazgo han sido investigados y estudiados durante muchos años. Se han realizado varios análisis durante muchos siglos con respecto a los líderes militares más. Figuras como: el General George S. Patton; el presidente George Washington; Hannibal, el famoso general púnico; Sun Tzu, autor de “El arte de la guerra”; Alejandro Magno, Rey de Macedonia; Julio César (100 a. C.-44 a. C.), líder militar y dictador romano; Erik el Rojo (colonizador de Groenlandia); William Wallace, caballero escocés y luchador por la libertad; El general Colin Powell y muchos más fueron estudios y contrastes.
Algunos comandantes han sido clasificados como dictadores, como Julio César. Su estilo de liderazgo coincidió estrechamente con el del rey Ricardo III. Se podría decir que Ricardo III también fue un dictador despiadado. Comparativamente, Julio César fue asesinado a puñaladas por sus propios hombres. El rey Ricardo III mandó matar a puñaladas a sus propios hombres. César fue despiadado e hizo que la gente fuera ejecutada; Asimismo, Ricardo III fue despiadado y mandó ejecutar a muchos. Julio César y Ricardo III no eran líderes de personas, y no pudieron demostrar el estilo de liderazgo para ser un líder y comandante efectivo y eficiente de personas.
Por otro lado, Richmond de Lancaster podría compararse con el general Colin Powell. Demostró las habilidades de un líder genuino, capaz de comunicarse de manera efectiva y eficiente con su personal y soldados. En efecto, el general Powell y el rey Richmond tienen muchos estilos y rasgos de liderazgo en común. Como resultado, sus rasgos de liderazgo los hicieron exitosos.
Comparativamente, Richmond llevó a sus fuerzas al éxito sobre Ricardo III; asimismo, el general Powell llevó a sus fuerzas al éxito en varios encuentros. Por otro lado, Ricardo III condujo a sus fuerzas al desastre contra Richmond. Su estilo de liderazgo ciertamente afectó su resultado en el campo de batalla. Las fuerzas de Richmond no le temían y tenían fe en él; alternativamente, las fuerzas de Ricardo III le temían y no confiaban en él. Las fuerzas de Richmond de Lancaster podían comunicarse con él seriamente; Los comandantes de Ricardo III no pudieron, porque temían que sus cabezas fueran las próximas en el tajo o un cuchillo afilado clavado en sus espaldas.
En resumen, se podría decir que Richmond de Lancaster fue un líder eficaz de sus hombres; Asimismo, Ricardo III fue un líder temeroso de sus hombres. Como resultado, sus estilos de liderazgo tenían una historia que contar sobre ganar y perder. Richmond también tenía una misión de justicia y misericordia; Ricardo III tiene una misión de injusticia y de ser despiadado. Al final, la justicia y la misericordia vencieron a la injusticia y al despiadado; así, Richmond se convirtió en el rey Richmond y unió a los divididos Lancaster y York y creó la dinastía Tudor, mientras que Ricardo, el temible dictador, apareció muerto y enterrado.